Veníamos con el Chocho de una jornada al aire libre organizada por su Jardin. En cada esquina se detenia, miraba con su curiosidad de infante, y comenzaba a oler ya la basura abandonada a deshoras, ya las deposiciones caninas de ésta bastarbueno buenosaires. Yo con ganas de tomar unos mates, lo apuré "Vamos Chocho!, no puede ser que en cada esquina encuentres un olor distinto". A lo que respondió: "¡Distinto no… éste es igual al de la esquina anterior!"
Esta entrada fue publicada en
Sin categoría. Guarda el
enlace permanente.
Muchas veces los chicos, nos dejan sin palabras ante sus contestaciones jeje… Terrible Chocho!!